martes, diciembre 27, 2005

Sherita

La verdad es que las palabras bonitas y los cariños de ensueño se hacen más fáciles en éste mundo de chips, es más, yo creo que involuntariamente se potencian de una manera tan profunda, que son muy pocos los casos de la vida real que pueden provocar la necesidad de presencia permanente que aquí surge. No está mal, ni creo que haya falsedad en las expresiones, pero me provoca asombro aún cuando yo mismo sea partícipe de todo eso y quizás sea porque la computadora y sus redes me agarraron cuando ya estaba contando los pelos que se van dejando huecos.

Lo cierto es que de las decenas de personas a las que uno se acostumbra querer a diario sólo unas pocas tienen la mano tan larga como para salir de la pantalla y de ellas, muchas menos generan encuentros repetidos o permanentes.

Cuando el año pasado dije que nada la define mejor que sus propias estrellas, yo ya tenía un cariño muy profundo por Shered, pero lo cierto es que todavía me costaba imaginarla rubia, tal cual ella es, siendo que yo me la había figurado morocha desde los primeros encuentros en el vecindario Bertotti. Hasta ahí, la vida extra blogs, apenas podía contar un llamado telefónico y varios mails.

Durante éste año, los vientos de las pampas (y la vejez, desde hoy más profunda aún) la trajeron dos veces hasta Buenos Aires y en ambas me llevé la porción más grande de sus viajes, hemos compartido el tiempo juntos con una alegría que se derramaba como la espuma de la cerveza (que tampoco faltó) y siempre me quedé con ganas de estar un rato más. La ansiedad por lo desconocido se diluyó al mismo tiempo que el cariño se afianzaba y es una hermana que se suma a las tres que tengo y que siempre está, cuando necesito que esté.

La quiero mucho, eso es obvio, y será porque tenemos tantas coincidencias para compartir, como diferentes vivencias para contarnos, pero por sobre todas las cosas porque cuando se convirtió en una persona de carne y hueso, resultó tan imperfectamente humana como yo había aprendido a quererla.

Feliz Cumple Sheri