viernes, julio 14, 2006

Mi niña y las fantasías

La capacidad de generar fantasía, de someterla y moldearla a gusto y, además, de poder disfrutarla en cada uno de esos universos que nos permite visitar, no es para cualquiera.

La fantasía, para el común de las personas es tan esquiva e indócil que se vuelve inasible como el viento entre los dedos. Precisamente, si de vientos se trata, la fantasía es un huracán que del mismo modo puede elevar como precipitar vertiginosamente hacia el suelo y sin embargo, a aquellos pocos que la saben caminar ni siquiera los despeina. Usualmente estos últimos son niños, como vos, y no sé bien por qué será, quizás se deba a que los años se acumulan en lugares que no deben y ensanchan de tal forma las caderas de la realidad y el sentido común que uno pierde la gracia de balancearse al compás y es arrastrado por ella en lugar de andarla.

Pero no sé por qué te explico todo esto, no creo que lo entiendas, y no porque las palabras se te hagan difíciles sino porque son cosas que corresponden a mundos tan pequeños y grises que ni siquiera podés imaginarlos, y está bien así.

Yo soy un espectador privilegiado de tus dones de hada y es por eso que no dejo de mirarte con sorpresa y emoción, de disfrutar la soltura con que cabalgás esas fantasías tan tuyas y de envidiarte destejiendo sonrisas.

De tu mano aprendí, o lo estoy haciendo (es que mis huesos oxidados me han vuelto lento), que la vida no es un crucigrama en el que hay que encontrar un montón de definiciones que se atraviesan entre sí, ni un rompecabezas prediseñado que debemos armar, ni siquiera un secreto escondido que tenemos que descubrir. Nada de eso. La vida, como me la estás mostrando, es un conjunto de colores a los que hay que darles sentido, un juego de formas inexactas a las que cada uno amasará a su modo y que son apenas herramientas para construir lo que se nos ocurra, porque de ese modo estará bien.

La vida, vista con tus ojos, no puede, jamás, ser interpretada, debe ser vivida, jugada, sentida, propuesta, creada... y no importa si está prolija o desprolija mientras logremos hacerla nuestra. Interpretar la vida es como interpretar un lápiz en lugar de dibujar. Y no por nada lo que más te gusta es dibujar

Me da gracia que justo vos temas de tanto en tanto a tus fantasías, que te despiertes envuelta por una indeseable pesadilla y corras hacia la cama de Mamá y Papá como tu mejor refugio, pero habrás de saber adorada hija mía que en ese, como en tantos otros momentos, el protegido seré siempre yo, bendito de tenerte siempre tan cerca de mío.


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Cotidianeidades


Todas las mañanas, cuando te dejo en el jardín, repetimos la misma figura; un beso mío, uno tuyo y un abrazo largo y lleno. No sé, no puedo imaginar (será por aquellos de las fantasías y los viejos) qué significa eso para tu ser pequeñito, pero para mí no ha podido transformarse jamás en una costumbre, siempre es especial, tanto que mientras te miro recorrer el pasillo que lleva hasta tu sala sigo disfrutando de ese calorcito con el que me has dejado abrigado.

De más está decirte que deseo que seas feliz en tu Cumpleaños porque haré lo imposible para que lo seas durante toda la vida. Te quiero Pupé.